Pandora es la primera mujer. Hefesto (dios del
fuego) la modeló a imagen y semejanza de los inmortales con la ayuda de
Palas Atenea (diosa de la sabiduría). Zeus ordena su creación para
castigar a la raza humana, porque Prometeo se había robado el fuego
divino para dárselo a los hombres. Cada dios le otorgó a Pandora una
cualidad como la belleza, la gracia, la persuasión y la habilidad
manual, entre otras cosas; pero Hermes (mensajero de los dioses, e
intérprete de la voluntad divina) puso en su corazón la mentira y la
falacia.
Todo comienza cuando Zeus le entrega
a Pandora una jarra para que se la lleve a Epimeteo (hermano de
Prometeo). Esta contenía todos los males existentes, y por ende, se le
prohíbe abrirla; sin embargo, Pandora -quien poseía una gran curiosidad-
hace caso omiso de la orden de Zeus y abré la jarra. En ese momento,
todos los males escapan y se alojan entre los hombres. Pandora asustada
cierra la jarra dejando un solo elemento sin escapar, la Esperanza.
Lo
que llama la atención es el porqué los antiguos griegos consideraban la
esperanza como un mal. Si buscamos la definición de esperanza nos
encontramos con que es "el hecho de desear que algo se cumpla". Pero,
¿qué podría haber de malo en desear algo y sentarse a esperar que
ocurra? Bueno, de hecho, la máxima que se contrapone a la esperanza es:
"Nadie puede hacer el trabajo por ti". Tú eres el constructor de tu
propia vida. Es por esto que no podemos andar por la vida persiguiendo
fantasmas para que cumplan nuestros deseos. Somos nosotros los que
tenemos que trabajar para lograr nuestros objetivos.
Nadie
dijo que la vida es fácil y a veces la esperanza pareciera ser la mejor
forma de enfrentar una realidad no deseada. No obstante, luego nos
encontraremos que la esperanza no es más que un recurso para evadir la
realidad. Acaso, ¿no es malo escapar de la realidad hacia mundos
irreales en lugar de luchar por hacer de tu vida algo extraordinario,
algo que tu te mereces? Es por esto que la esperanza se contrapone a la
voluntad, anulándola y ahogándola en un baño de irrealidad. La esperanza
torna al hombre en un niño al no dejar que éste asuma el control de sus
actos.
De esta forma, llegamos a la
conclusión de que la esperanza es un estado de contemplación, es un
estado pasivo y, por ende, dañino. Los seres humanos deben ser activos, y
ser activos significa actuar con la fuerza de la voluntad.
Finalmente,
la duda que surge es: si la esperanza fue el único mal que quedó dentro
de la caja después que Pandora la cierra, entonces, ¿quién fue el que
liberó la esperanza de la "Caja de Pandora"?
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